viernes, 13 de diciembre de 2013

Carne de musas.

Y tú que me miras pero no me tocas, que juegas sin saberlo dentro de mi, que con los ojos llorosos del frío, no sé si del cuerpo o del alma, me sonríes y me despiertas de este sueño y me haces vivir, para luego no compartir tu vida conmigo.
Y tú, que me hablas pero no me escuchas, que me conoces pero no me entiendes, decides torturarme siendo la carne de mis musas pero no la de mis recuerdos.
Has convertido al silencio, nostálgico acompañante, en mi pequeña ruina.
Porque lo has hecho tuyo. 
Y nada tuyo es mío. 

Ahora ven. Cuéntame en braille todas aquellas historias que nadie conoce, y con tus manos no te calles, no te calles...
Ven, en secreto, bajito, que nadie se entere de lo que quiero hacerte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario