viernes, 13 de diciembre de 2013

Carne de musas.

Y tú que me miras pero no me tocas, que juegas sin saberlo dentro de mi, que con los ojos llorosos del frío, no sé si del cuerpo o del alma, me sonríes y me despiertas de este sueño y me haces vivir, para luego no compartir tu vida conmigo.
Y tú, que me hablas pero no me escuchas, que me conoces pero no me entiendes, decides torturarme siendo la carne de mis musas pero no la de mis recuerdos.
Has convertido al silencio, nostálgico acompañante, en mi pequeña ruina.
Porque lo has hecho tuyo. 
Y nada tuyo es mío. 

Ahora ven. Cuéntame en braille todas aquellas historias que nadie conoce, y con tus manos no te calles, no te calles...
Ven, en secreto, bajito, que nadie se entere de lo que quiero hacerte.


jueves, 3 de octubre de 2013

Siempre hacemos el mismo camino para llegar a casa,

por si acaso, nos perdemos.
 Andamos,
y recorremos el tiempo y las calles,
nos preguntamos que habrá afuera de nuestros recuerdos,
pero no nos atrevemos a conocer
otros mundos,
por si acaso, nos perdemos.

Y mientras,
queremos sin amar
soñamos sin volar
caminamos sin descubrir,
por si acaso, nos turbara el fracaso
de habernos perdido, de haber sentido de más,
de haber llorado en los brazos de algún caballero.

Guardamos del mundo sólo un lugar tranquilo.
Se nos olvida,
que para encontrar el camino correcto hay que torcerse,
en soledad.

Que incluso,
hay mejores cuevas que nuestra cama
donde refugiarnos cuándo hace frío.

Que incluso,
hay mejores labios,
que los ya besados,
mejores versos,
que los ya leídos.

Se nos olvida, 
que para vivir,
se debe de haber muerto primero.


lunes, 2 de septiembre de 2013

Fumo desde que te fuiste,

y recuerdo, como entre risas,
Me decías que eras como el fuego,
ardiente.


Ahora yo, que temo a la soledad,
al no sentir y a vivir
sonámbula y no tan noctámbula
como la fobia al vacío del universo, que oscila y me fascina,
guardo en mi bolsillo, un pequeño dragón,
que escupe fuego con olor a tabaco.

Que me acerca y me aleja de ti, tan poco cuerdo como siempre.

El dragón , que está condenado a morir, abrasado por las cenizas y el tiempo,
vuela con recuerdos y nostalgia,
y con el breve soplo, de haber sido, algún día,
Nosotros.

domingo, 9 de junio de 2013

Es como el viento, meciendonos el alma.

Huele a libertad,  junto con un poquito de sal.
Huele al rugir de la bicicleta contra el tiempo y al cambio de marchas.
Huele al sol dorando nuestra espalda, a la brisa peinando nuestro cabello, y a la dulce armonía de nuestras ruedas, bailando con los pájaros mecidos por el viento. Al compás con la naturaleza, y al sonido de las gaviotas.
Huele a nuestro espirito soñador danzando en nuestro vientre, contando los días que pasan en nuestra piel adolescente, tan deseosa por vivir, con demasiados días por detrás, y una buena cantinela por delante.
Huele a nuestra inocencia, a nuestras sonrisas inquebrantables, jamás lastimadas.
 Es tan bonito y tan efímero.
Nuestros ojos pidiendo luz, y nuestra boca pidiendo saber más.
 Nuestras piernas, nunca quietas, y nuestras uñas, siempre pintadas.
Huele a nosotras, viviendo, creciendo y aprendiendo.
Huele a libertad, a mar y a nuestras ansias por soñar.

El mundo es pequeño, y en dos bocados, lo terminamos.